PSICOLOGÍA
El colecho, causas, efectos y contraindicaciones PARTE 1
¿Qué es?
Hoy vamos a abordar un tema que surge muy habitualmente en las consultas de admisión a los papás previas a la evaluación diagnóstica y posterior tratamiento de un niño: el colecho.
El colecho es una práctica que consiste en que los padres comparten la cama con el bebé o niño al momento de dormir. Esto sucede de manera eventual en algunos casos y de manera sistemática o regular en otros. Suele darse de diversas maneras que dependen de las costumbres de cada familia. A veces el colecho se da en el período de tiempo previo a que el infante concilie el sueño y finaliza apenas este se duerme otras veces el colecho se extiende por toda la noche más allá de si el infante se durmió o no, etc., etc.
Encontramos hoy que esta práctica está bastante difundida entre algunos grupos de padres y en las redes sociales, de hecho hasta el mercado de los muebles ha generado la existencia de una cama colechera.
El colecho ha sido y es objeto de estudio y análisis desde diversas perspectivas teóricas, incluido el psicoanálisis.
Algunos tipos de causas
En general esta práctica suele darse por diversas causas, en algunas ocasiones se trata de papás excesivamente preocupados por los bebés y/o niños y específicamente por las posibles dificultades para que éstos concilien el sueño; en otros casos se da en papás que llegan muy cansados a la hora de acostar a los niños y ante niños que tienen dificultades para conciliar el sueño deciden dormir con ellos por comodidad y/o agotamiento; en otros casos hay papás que piensan que es un acto de amor dormir con los hijos y que estos se van a criar más fuertes y seguros emocionalmente por este amor dado en estas y otras circunstancias; en otros casos se da que los niños inician el sueño en sus cunas o camas y se despiertan por las noches angustiados por alguna pesadilla o fantasía nocturna y llaman a los papás o se van hasta la cama de éstos y terminan durmiendo en la cama todos juntos, etc., etc.
Las justificaciones y causas para estas conductas son variadas y deben ser investigadas y abordadas en cada caso.
Desarrollo psíquico
Diversos autores plantean que el psiquismo del bebé se desarrolla a través del vínculo que se va construyendo a través de las experiencias con sus cuidadores primarios que generalmente son sus papás y principalmente a través del desempeño adecuado de la función materna (no necesariamente ejercida por la madre) cuando son bebés y luego de la función paterna (no necesariamente ejercida por el padre) cuando son más grandes en el transcurso de la primera infancia.
De esta forma el niño va constituyendo su propio mundo interno y por ende su subjetividad en esa zona de interacción con el entorno. Esta zona es en la que se dan las representaciones psíquicas, la figurabilidad, las fantasías, las imágenes, el procesamiento de las palabras y posteriormente la imaginación para desarrollar los juegos. No es posible que esto se dé de manera adecuada y saludable sin la relación con los otros significativos, especialmente los padres.
Así el bebé organiza su mundo psíquico a través de la representación de su realidad interna y externa, generando paulatinamente una representación mental de sí mismo y de los demás en relación con su entorno.
¿Qué pasaría entonces si no les damos a los niños el espacio y/o los estímulos adecuados para su desarrollo?
¿El colecho permite que se dé el desarrollo psíquico de manera adecuada?
Lic. Diego Venturini
M.P. 71242 M.N. 23510 | Coordinador del área Psicología de Domus